Marina Casado (Madrid, 1989) es doctora en Literatura Española y trabaja como profesora de Lengua Castellana y Literatura en un instituto público de la Comunidad de Madrid. Ha publicado dos poemarios con Ediciones de la Torre: “Los despertares” y “Mi nombre de agua”. Es autora de dos ensayos: “El barco de cristal. Influencias literarias en el pop-rock” (Líneas Paralelas, 2014) y “La nostalgia inseparable de Rafael Alberti. Oscuridad y exilio interior en su obra” (Ed. de la Torre, 2017). Ha recibido algunos premios de prosa y de poesía; entre ellos, el de Cadena Ser de Relatos y el Rafael Morales de la UC3M de Poesía. También forma parte del grupo poético Los Bardos. En 2018 ha sido finalista del Premio Adonáis. . .
ALICIA ENAMORADA Hubo un día en que Alicia pensaba que sus labios se romperían como un espejo quieto si alguien los besaba. Hasta que los coloreó de rojo atardecer –ella insiste en que un naipe los confundió con una rosa blanca en los días terribles del Decreto Real de Corazones- para que nunca más se le quebraran. Ahora Alicia recoge en un cajón las huellas de los besos que va coleccionando, clasificados limpiamente bajo las iniciales de sus primeros poseedores.
Los relojes y los conejos blancos pierden pronto el sentido: llegar tarde es la moda, y terminar las frases en inglés, colorear los ojos con el flash encendido de las fotografías y patinar sin rumbo fijo sobre los rascacielos.
Alicia se enamora, como mínimo, tres veces por semana, y se destroza el corazón al menos otras seis. Cuando se aburre vuela, se posa en una nube y grita desde las alturas un “te quiero” con aires de novela victoriana, para después reírse y bañar sus cabellos con el sol de diciembre, insistiendo a los pájaros dormidos en que ella es Alicia. En que nunca dejó de ser Alicia.
(Marina Casado, "Los despertares", Ediciones de la Torre, 2014)
