Redoble de tambores para nuestra ganadora. El pasado domingo despegaba nuestra nave infrageneracional y en ella embarca por primera vez la terrícola Alicia Zarzuela con este poema: Lo teníamos todo. ¡Gracias a tod@s l@s participantes por confiar en Infrageneración del 17 y Viajes Marsans!
.
.
.
pero en una abundancia diferente.
Un todo que no era un lleno,
ni un grande, ni siquiera un todo vale.
Era un todo fosforescente
como esas barritas voladoras que venden de noche por las calles.
También los sueños los habíamos acaparado.
Habíamos nacido del sueño
de todos nuestros antepasados,
como si todas las madres existidas
hubiesen conjurado finalmente.
Había mucho ruido.
No nos escuchábamos.
Algunos dormían con tapones en los oídos
aceptando el riesgo de quizá no despertarse
o de ensordecer del todo y para siempre.
Porque también teníamos todo el tiempo
pero apenas nos abismábamos en los segundos.
Era un tiempo que rimaba con la palabra rendimiento.
Un tiempo interesado al que no le interesaban
los a veces.
Y a veces era un miedo muy concreto
el que impercibíamos entre el ruido.
Miedo a que todo pasara como si no
hubiese pasado, mucho más terrible que la muerte,
mucho más indoloro que el olvido.

Comments