Felipe Camino García de la Rosa (1884-1968), más conocido como León Felipe, fue un poeta coetáneo a la Generación del 27 que, sin embargo, no encajó en ningún grupo o generación. Fue el poeta nómada. Su poesía era un grito profético contra la deshumanización o la desidia: se solidarizaba con el dolor humano. Para él, el poeta se convierte en un Prometeo, en un Quijote que trata de extender su idealismo.
“Pie para el niño de Vallecas” está dedicado al personaje del famoso cuadro de Velázquez y reivindica esa necesaria implicación. Esperamos que disfrutéis de nuestra sección de#GigantesPlanetarios,
Puedes utilizar el hashtag #GigantesPlanetarios para sugerirnos grandes poetas para esta sección a través de nuestras redes sociales.
.
PIE PARA EL NIÑO DE VALLECAS
De aquí no se va nadie.
Mientras esta cabeza rota
del Niño de Vallecas exista,
de aquí no se va nadie. Nadie.
Ni el místico ni el suicida.
Antes hay que deshacer este entuerto,
antes hay que resolver este enigma.
Y hay que resolverlo entre todos,
y hay que resolverlo sin cobardía,
sin huir
con unas alas de percalina
o haciendo un agujero
en la tarima.
De aquí no se va nadie. Nadie.
Ni el místico ni el suicida.
Y es inútil, inútil toda huida (ni por abajo ni por arriba). Se vuelve siempre. Siempre. Hasta que un día (¡un buen día!) el yelmo de Mambrino —halo ya, no yelmo ni bacía— se acomode a las sienes de Sancho y a las tuyas y a las mías como pintiparado, como hecho a la medida. Entonces nos iremos todos por las bambalinas. Tú, y yo, y Sancho, y el Niño de Vallecas, y el místico, y el suicida.

Comments